JOKR: La empresa de última milla que acaba de aterrizar en Chile levanta inversión de US$260 millones y alcanza estatus de unicornio

En medio de la alta competencia en el delivery y los nuevos entrantes que buscan hacerse un espacio en esta industria, JOKR -plataforma de entregas que nació en marzo de este año como una startup del empresario alemán Ralf Wenzel (creador de FoodPanda) y que llegó a nuestro país en octubre- es uno de los actores que busca crecer rápidamente en varios mercados.

La compañía, que a través de su aplicación ofrece más de 1.000 productos, entre los que incluye artículos de emprendedores locales, anunció hoy la finalización de su ronda de financiamiento Serie B de US$260 millones. Según informaron, la transacción valora a la empresa en US$ 1.200 millones.

Según comenta Gonzalo Pozo, co-fundador y gerente general de América del Sur de la empresa, "en la historia de la región nunca se ha tenido una empresa que sea unicornio en menos de ocho meses. Eso para nosotros es una validación de lo que estamos haciendo".

La ronda está respaldada por varios de los inversores tecnológicos como Activant Capital, Balderton, Greycroft, GGV Capital, G-Squared, HV Capital, Kaszek, Mirae Asset, Monashees, Moving Capital, Tiger Global y otros. Además, Ralf Wenzel, CEO y fundador de JOKR, así como otros co-fundadores, han vuelto a invertir personalmente como parte de esta ronda.

Pozo señala que esto permitirá su crecimiento en América Latina y Estados Unidos, enfocado también en llegar a nuevas ciudades.

"Somos más que una aplicación de delivery. Nos gusta llamarnos como el futuro del retail porque tenemos la integración completa de la cadena del retail. Nos encargamos de comprar los productos porque tenemos relación directa con las marcas, los ponemos en los barrios y hacemos las entregas", dice el ejecutivo sobre su modelo de negocio.

JOKR opera con "hubs" o centros de distribución propios en los que almacena los productos. Están presentes en algunas ciudades de Europa, en EEUU y en otros países de la región como Brasil, México, Perú y Colombia. En total, suman 200 de estas ubicaciones.

En Chile tienen en las comunas de Las Condes, Ñuñoa, Providencia y Santiago Centro, y están evaluando llegar a regiones.

"Es un concepto parecido a un dark store. Tenemos tecnología propia para que cada vez que un consumidor hace un pedido, inmediatamente se organice la información para realizar el picking en estos hubs, lo empaquetamos y luego un repartidor sale para el hogar del cliente. Hoy esa cadena completa la hacemos en menos de 15 minutos. En Chile un gran porcentaje de nuestros pedidos están en menos de 10 minutos", dice Pozo.

Sobre sus planes en el país, destaca que quieren seguir creciendo considerando que el mercado "es muy estratégico".

"Santiago es una ciudad con un comercio muy desarrollado, la penetración de usuarios, de internet móvil, las transacciones de retail, el poder adquisitivo... es una ciudad muy importante para América Latina", agrega.

Vínculo laboral con repartidores

A diferencia de otros actores del delivery, JOKR apuesta por diferenciarse, entre otras cosas, porque los trabajadores cuentan con contrato formal en Chile.

"Nuestros repartidores son parte del equipo JOKR, ellos solo trabajan con nosotros, están contratados. Que ellos sean parte del equipo nos permite darle condiciones de trabajo buenas y también asegurarnos que esa condición también se traslade en un excelente servicio. Es un ciclo virtuoso por el cual estamos optando", dice el ejecutivo.

Y puntualiza: "Para nosotros si hay una relación laboral entre repartidores y aplicaciones en Chile".